Los jueves de 2011 en la casa-museo La Chascona (Fernando Márquez de la Plata 192, Bellavista, Santiago).

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miércoles, 8 de abril de 2009

Víctor López (Santiago,1982)

Víctor López (Santiago,1982): ha participado en varias antologías en las que destacan Desencanto personal, 2003, editorial Cuarto Propio, Gran capital, 2005, editorial Calabaza del diablo y en la selección Nueva poesía 2005, también ha sido premiado con el premio hispanoamericano de poesía, revista vox/ amigos de lo ajeno/ y recibió además el 2006 la beca de la fundación Neruda. Ha publicado el año 2006 Los surfistas editorial VOX argentina, este 2009 espera publicar Guía para perderse en la ciudad. Además participo el año 2005 del festival internacional Salida al Mar en Argentina y el 2007 en Tordesilhas, Brasil.


(Del inédito: Guía para perderse en la ciudad)


Uno podría tomar en este momento
la decisión de irse

Así como también podría tomar en este momento
la decisión de quedarse

Mi abuela se quedaba toda la tarde al lado
de la estufa

Tejiendo un hermoso suéter con pequeñas
flores blancas

Ella decía-existen tan pocas flores en el mundo

Cuando al fin lo terminó se lo regaló a mi prima
quien le dijo que no lo quería

ya que los suéter floreados habían pasado de moda

Hace frío y un perro ladra a un extremo
de un pastizal

¿Acaso la muerte es menos densa que el tiempo
que gastamos en describirla?

La historia de chile resumida en tres horas y media
de apacible lectura

Para luego irse a dormir con la memoria blanca y tersa
como ropa que después de lavar

aún pregunta por sus manchas

En este momento tendremos la misma discusión
de siempre

Sobre lo que tenemos que olvidar
y sobre lo que no tenemos que olvidar

Ella se quedó dormida y cuando abrió los ojos
miro hacia atrás

y descubrió con terror que el pasado es un camino angosto
repleto de aves muertas

Un campo de espigas donde de a poco
se ha empezado a nublar

tanto así que parece que va a llover

Una lluvia tibia

Sobre el campo de espigas donde los soldados duermen o conversan
mientras sacan brillo a sus sables

En esta parte de la ciudad los teléfonos jamás suenan

Ella dice-no puedo comprender cómo alrededor de estas sábanas sucias
un capítulo completo de mi vida se cierra

Ordenamos la ropa como podemos
En medio de la discusión se trata de recuperar algo de aliento

Cruzamos los dedos bajo una tensión mínima

Esperamos o nos esperan
da lo mismo

Inclinar la cabeza sin peso en un día de lluvia
no quiere decir nada

aunque es posible hacer un retrato con todo eso
Líneas travestidas, rasgos, luces

El horizonte vacío como una cesta de frutas.