Gladys González (Santiago, Chile, 1981): ha publicado: Conrimel, Antología de poetas mujeres del cono sur (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2006), Gran Avenida (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2004), Poemas (coautoría, Balmaceda 1215 ediciones, Chile, 2003), Papelitos (Eloísa Ediciones, Argentina, 2002) y este mismo libro fue editado en e-book por Crunch! Editores, México (2003). Ha sido incluida en la antología de poesía latinoamericana Mundo Literario (Editorial Nuevo Ser, Argentina, 2003), en (SIC) de la Biblioteca Nacional de Chile (Valente Editores, Chile, 2004) y en Cantares: nuevas voces de la poesía chilena (Selección de Raúl Zurita, LOM Ediciones, Chile, 2004). Ha participado en el CD del volumen Nº 12 de la revista Rattapallax (Nueva York, 2004), en el volumen Nº 7 del CD “Poetas-Chile Siglo XXI” (Colección Rayentrú, Chile, 2004) y en el proyecto del colectivo CasaGrande “Poema-sorta Gernikaren gainera / Lluvia de poemas sobre Gernika” (España, 2004). Ha sido invitada a encuentros en Alemania, Colombia, Perú, México, Argentina y Perú. Recibió una beca del Consejo del Libro y la Lectura para realizar “Conrimel. Primer Encuentro Internacional de Mujeres Poetas del Cono Sur” (Coquimbo, IV región, 2006), Mención Honrosa en los Premios Municipales de Santiago con el libro “Gran Avenida” en la categoría “Mejoras Obras Editadas año 2004” (2005), Beca Fundación Pablo Neruda (2004), Beca Taller Biblioteca Nacional (2003) y la Beca Fundación Gabriel & Mary Mustakis a Jóvenes Talentos (2002, 2001).
En las que buscaba
Con un cuchillo de cocina
El origen de las voces
Aterrorizada
Con el rostro amoratado
Y revuelto
Hubo noches
En las que hacia barricadas
Para que no me asesinara
Abriéndome lentamente
Hubo noches
En las que me golpearon tanto
Que caí al suelo
Con un diente destrozado
Y la cabeza rota
Como una granada hirviendo
Hubo noches
Sin dinero
Sin cortes profundos
Caminando por la carretera
Con la boca sangrando
Los ojos perdidos
El rostro blanco
Resplandeciente
Entre los reflectores
De los automóviles
La ciudad
Se reconoce a si misma
Después del derrumbe
Marcas de lápiz labial
En viejas cortinas de residencial
Iniciales de nombres
Y corazones trazados
En paredes enmohecidas
De baños de hotel
Cigarrillos a medio fumar
Sobre el lavamanos
La ciudad y nosotros
Nos reconocíamos
Con una tristeza salvaje
Apostábamos y bebíamos
Mirando los fuegos artificiales
Del nuevo año
En un galpón
Que tenia de fondo
Un puerto
Y una hilera
De sacos de harina
Colgados para secarse al sol
El oleaje se mece silenciosamente
El aire está quemado
Todo huele a silencio y miedo
Nos miramos a los ojos
Y no encontramos nada
Que sirva para construir una advertencia
Aún menos
los escombros de esta noche
la cena
está en la cocina hace días
llenándose de ceniza
como una obra de arte macabra
sin fecha de desmantelación
No te quiero muerta
No te quiero
Tirada en la calle
Con la ropa interior
En las rodillas
Las medias rotas
Alrededor de tu cuello
Amarradas
A un alumbrado público
No te quiero muerta
No te quiero
Con la boca llena de agua
Los perros
Rasgándote los ojos
En un canal
Hasta que tu cuerpo desaparezca
Por tiras
Entre los bares
De esta ciudad
No te quiero muerta
No te quiero
Golpeada
Con la mandíbula rota
Desfigurándote el rostro
Naturaleza Muerta
Hubo nochesEn las que buscaba
Con un cuchillo de cocina
El origen de las voces
Aterrorizada
Con el rostro amoratado
Y revuelto
Hubo noches
En las que hacia barricadas
Para que no me asesinara
Abriéndome lentamente
Hubo noches
En las que me golpearon tanto
Que caí al suelo
Con un diente destrozado
Y la cabeza rota
Como una granada hirviendo
Hubo noches
Sin dinero
Sin cortes profundos
Caminando por la carretera
Con la boca sangrando
Los ojos perdidos
El rostro blanco
Resplandeciente
Entre los reflectores
De los automóviles
Ciudad
La ciudad
Se reconoce a si misma
Después del derrumbe
Marcas de lápiz labial
En viejas cortinas de residencial
Iniciales de nombres
Y corazones trazados
En paredes enmohecidas
De baños de hotel
Cigarrillos a medio fumar
Sobre el lavamanos
La ciudad y nosotros
Nos reconocíamos
Con una tristeza salvaje
Apostábamos y bebíamos
Mirando los fuegos artificiales
Del nuevo año
En un galpón
Que tenia de fondo
Un puerto
Y una hilera
De sacos de harina
Colgados para secarse al sol
Ceniza
El oleaje se mece silenciosamente
El aire está quemado
Todo huele a silencio y miedo
Nos miramos a los ojos
Y no encontramos nada
Que sirva para construir una advertencia
Aún menos
los escombros de esta noche
la cena
está en la cocina hace días
llenándose de ceniza
como una obra de arte macabra
sin fecha de desmantelación
No
No te quiero muerta
No te quiero
Tirada en la calle
Con la ropa interior
En las rodillas
Las medias rotas
Alrededor de tu cuello
Amarradas
A un alumbrado público
No te quiero muerta
No te quiero
Con la boca llena de agua
Los perros
Rasgándote los ojos
En un canal
Hasta que tu cuerpo desaparezca
Por tiras
Entre los bares
De esta ciudad
No te quiero muerta
No te quiero
Golpeada
Con la mandíbula rota
Desfigurándote el rostro